ESTE POST NO SERÁ DE DERECHO LABORAL, POR HOY NOS TOMAREMOS UNA
LICENCIA, Y LE DEDICARE UNAS LÍNEAS A ALGUIEN MUY ESPECIAL:
AL AMOR DE MI VIDA…
Hoy es el día de las madres, pero
por coincidencias de la vida también es el cumpleaños de alguien muy especial
para mí, alguien que amo con todo mi corazón, así que estas líneas no son para
mi madre, son para alguien que ame, amo y amare por siempre.
Te conocí en 1998, y no fue fácil
que me aceptaras, fue una lucha de dos años, y cuando perdía esperanzas,
dejaste que entrará a tu historia; no saben la alegría que sentí cuando supe
que estarías en mi vida, sentí eso que llaman “amor a primera vista”.
Al comienzo fue una relación
turbulenta, mezclada con muchas cosas, porque no eras libre, tenías a ese
guarro militar padre tuyo que no te dejaba ser tu misma, pero tu rebeldía
innata te libero de él, y me mostraste muchas emociones juntas, y es que nunca
me criticaste, sino me apoyaste en mi búsqueda de libertad; te daba igual si me
veías con esas botas y sacón militar, y ese polo desteñido de “el Che”, porque
tú nunca me juzgaste por cosas banales, como la ropa, sino por las cosas que
leía o pensaba. Para ti todos eran iguales, así vengan de los conos, las zonas
“pitucas” de Lima o de provincia; sólo te importaba lo que pensábamos y lo que
leímos, esa era la forma en que nos distinguías.
Recuerdo que por ti conocí esas
noches complicadas de Rock en Quilca, me enseñaste esos huecos donde conseguir
literatura de la buena, y donde fotocopiar barato los libros que sacábamos de
la biblioteca de la Católica (por ti conocí al viejo Beto), contigo pase un año
entero viendo películas y me metí aquellas borracheras gloriosas en las verbenas
de Derecho a ritmo de rock, salsa y cumbia. Además de dormir en las aulas de
Derecho, como aquella vez que tomamos la Facultad de Derecho.
Pero, además contigo conocí a las
personas más grandiosas, a esos maestros que no sólo te dan conocimiento sino
una perspectiva de la vida, tú me presentaste a mis grandes amigos, muchos de
ellos ahora desperdigados por las Europas; contigo aprendí a disfrutar el
Derecho, a no entenderlo como una “cosa que debo saber para ganar dinero”, sino
que por ti se convirtió en una adicción, en el opio de mi vida, ese fue el
único vicio que pegaste, y gracias por ello.
Además, contigo aprendí el
verdadero sentido de ser rebelde, incluso entre los rebeldes, tú me hiciste
conocer a la izquierda, me presentaste a mis hermanos apristas, además de darme
mis primeras clases de liberalismo, porque tú no eres clasista (o marxista)
como algunos piensan, simplemente eres tan libre que es difícil pensar que le
perteneces a alguien, porque para ti podemos pensar diferente, siempre que
seamos tolerantes entre nosotros, por eso especialmente te amo tanto.
Recuerdo que a tu lado recorrí
las calles en tantas marchas, en ese épocas nos enfrentamos a la opresión de
ese guarro japonés; recuerdo que por ti, los policías le sacaron a mierda a mi
amigo “el pescado”; y ahora que recorro las mismas calles, cada vez que paso
por esa casa que tienes por Azángaro y Nicolás de Piérola, me acuerdo de ti.
Hace diez años te tuve que dejar,
y créeme que a pesar de los años no te olvido, y me alegra que cada vez que me
encuentro contigo, veo que sigues siendo la misma; y a pesar de que no eres
perfecta, y siempre andas metida en problemas, sigues siendo la misma, por todo
ello no dejare de amarte, porque me enseñaste a vivir, me enseñaste a soñar.
Hoy es tu cumpleaños, eres a la
única que le dedicó tanta líneas pero, como no hacerlo, si eres parte de mi
vida hasta el último de mis días, mi querida SAN MARCOS (Alma Mater Studiorum),
y espero que también mis hijos (si alguna vez los tengo) se enamoren de ti,
como lo hice yo.